martes, 8 de enero de 2008

LA CÁRCEL DEL CORAZÓN

¿Se puede encerrar el viento,
la luz... o los pensamientos?

¡No! No se puede... ¿verdad que no?
¡No puedes, no!

¿Puedes apagar el Sol, la Luna,
o las estrellas?
¿Poner grilletes al mar...?

¡No, no! No puedes ¿verdad?

¡Ilusa...! ¡Qué ilusa eres!

¿Cómo prentendes entonces
encerrar mi corazón
y llenarle de cadenas,
para que no te ame yo?

¡Dime! ¿Cómo podráis?

Si en una cárcel,
tú pudieras encerrarle,
ponerle con siete puertas
y echarle más de cien llaves,
y una muralla delante
desde la tierra hasta el cielo;
no dudes que escaparía,
para verte cada día.

¡Sólo por poder amarte!

¡Cómo fuera...!
escaparía, si pudiera.

En una nube,
o montado en un dragón.

¡Cómo sea!
pero, escaparía,
para amarte cada día.

¡Sí pudiera...!

En una gota de agua,
o en la pata deuna hormiga:
pero, me escaparía.

En la escoba de una bruja.
En una frágil burbuja,
me escaparía.

En el lomo de un león
encima de un caracól
si pudiera, escaparía.

En una semicorchea.
¡En el cuerno de un Mamut!
pero... me escaparía.

En el latir de la piedra,
andando sobre la hiedra,
¡me escaparía, si pudiera!

Le diría a mi enemigo,
que me llevase contigo.

¡Pero, me escaparía,
para amarte cada día!

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